Os hablamos de uno de los vinos más especiales para nosotros, principalmente por los recueros que atesoramos con él, Izadi Crianza, de Bodegas Izadi perteneciente al Grupo Artevino.
Cuentan con viñedos viejos, de edad media de 45 años en Vilabuena de Álava, Samaniego y Ábalos, en suelo arcilloso-calcáreo, lo que hace que sea un suelo con una importante capacidad de retención de agua y nutrientes, proporcionando a sus vinos, cuerpo, estructura elegancia y concentración de sabores entre otras muchas características.
Encontraréis en el Izadi Crianza
un vino de color rubí de capa media y lágrima untuosa, de alta intensidad aromática, bien equilibrada en tonos de frutos rojos, regaliz y especias combinadas con ligeros toques ahumados. En boca resulta equilibrado, con retrogusto largo y recuerdos frutales y florales.
Nota de Cata de Bodegas Izadi
Este vino ha sido cuidadosamente elaborado con uvas de la más alta calidad, cultivadas en los viñedos privilegiados de la mejor región de la Rioja Alavesa. La bodega Izadi, con su larga tradición y compromiso con la excelencia, ha logrado destilar la esencia de la región en cada botella. Así mismo lo llevan impreso en su logo, el triángulo invertido, que representa las tierras en las que se ubican sus 178 hectáreas.
EL MARIDAJE PERFECTO DE IZADI CRIANZA
Perfecto para acompañarlo de embutidos, carnes rojas, pescados grasos, caza menor, quesos de media curación, guisos o legumbres. En mi caso, perfecto con Jamón, un buen Solomillo o unas lentejitas incluso.
RECUERDOS EN UNA COPA DE VINO
Pero aparte de toda esta técnica, que al final a los que nos gusta el vino, nos gusta leer para conocerlos mejor, para mi, Izadi Crianza es más que una simple vino:
«es un desencadenante de recuerdos y una experiencia sensorial que perdura en mi memoria»
Tal vez porque tengo asociado a este vino algunos momentos de mi vida, recuerdos con personas fantásticas que son quienes me introdujeron en el mundo de la hostelería, la gastronomía y el vino, y que además lo hicieron con un grandísimo cariño, paciencia y profesionalidad.
Es probable que para los auténticos amantes del vino, como para mí, cada copa de Izadi Crianza represente un viaje que evoca celebraciones y momentos especiales. Y no solo es de valorar su sabor o características, sino también los recueros que se tejen alrededor de cada copa y cada sorbo, documentando momentos únicos que guardo en mi memoria y en mi corazón.
Abrir una botella de Iza Crianza, significa mucho en mi caso, despertando algunos de mis grandes recuerdos, y un auténtico tributo a la pasión, dedicación, cariño y profesionalidad de mis queridos Luque, algún día os hablaré de ellos. Porque ellos me lo enseñaron (casi) todo de este mundo.
Os puedo asegurar que siempre hay una botella de Izadi en casa lista para una buena tarde o noche. Se ha convertido en el compañero ideal para cualquier ocasión especial, y además muy entretenido porque empezamos con las historietas de restaurantes.
La primera botella de vino que abrí, profesionalmente hablando, fue un Izadi Crianza…mi entrada al mundo del vino, hace unos 16 años. Casi nada.
Espero que os haya gustado, y si aún no habéis probado el Izadi Crianza os lo recomiendo y como siempre, para regalar es perfecto!
Un saludo querid@s